¿El Tamaño Importa?

Es una pregunta tan antigua como ¿qué fue antes el huevo o la gallina? Y sí, el tamaño sí que importa. Aunque hay quienes afirman que lo importante no es el tamaño del barco sino el movimiento de la mar. Palabras que conllevan la inmediata afirmación de que quien lo dice no tiene un barco grande, sino mas bien una chalupa.

La pregunta viene a cuento por los diferentes formatos que hay para embotellar el vino, y me voy a centrar en el vino porque el champagne tiene sus pequeñas diferencias. Lo normal es ver la botella que se llama estándar que lleva 0,75 litros. Por debajo de ella está la media botella (0.5l.), la de 37.5cl muy propia de vinos dulces, jereces y manzanillas y los botellines que , por ejemplo, vemos en los aviones o en las neveras de los hoteles de casi 0.2 litros (que si son de cava o champagne se llaman Benjamines).

Por arriba del formato normal tenemos el Magnum que contiene dos botellas, es decir 1.5 litros. El siguiente es el doble magnum o Jeroboam (3 litros) y a continuación el Rehoboam formato que tiene un volumen de 4,5 litros, es decir 6 botellas normales. La botella que lleva 6 litros de vino se llama Matusalem y la que tiene un volumen de 9 litros o 12 botellas normales, Salmanazar.

Cuando hablas de una botella Baltasar, te refieres a la botella que tiene 12 litros o 16 botellas de ¾ de litro. La de 15 litros se le llama Nabucodonosor, si alberga 20 litros Salomón y si tiene un volumen de 27 litros (o 36 botellas normales), Primat. Y el formato mega botellón de 30 litros, de nombre Melquiades, que se utiliza solo para embotellar champagne.

Como os podéis imaginar, a partir del tamaño Mathusalem, el hecho de abrirla es toda una experiencia y encontrar un voluntario para que sirva el botellón, todo un reto. Del precio, ni hablamos.


El que los formatos más grandes tengan nombres bíblicos, de reyes de antiguas civilizaciones, etc. parece ser idea de los franceses pero no sé mas del tema.

Y me preguntareis y… con semejante gama, ¿cuál es el más idóneo para el vino? Lo que está claro que a mayor volumen más lento evoluciona el vino y como contiene menos oxígeno en relación con el líquido, se favorecen las propiedades tanto aromáticas como gustativas. Como también que cuanto más pequeño es el formato de la botella el vino evoluciona más rápido. Con todo esto, los entendidos afirman que el formato de Magnum es el idóneo porque es el formato que ofrece las mejores condiciones de evolución para el vino que contiene.

Por ello, siempre que seáis un grupo que os vais a beber dos botellas del mismo vino, es mejor pedir un magnum, porque además de los detalles que han salido anteriormente, cuando empecemos la segunda mitad de la botella, el vino estará perfectamente oxigenado cosa que si tenemos que abrir la segunda de 0.75cl no lo estará.

Por cierto, tengo un amigo, casi de Bilbao mismo, que afirma que la botella Magnum es la ideal para una persona… pero aparte de este angelito, no hay muchos que lo puedan decir en serio.

Aqui tenemos al buen amigo Manolo haciendo virguerías con un Nabucodonosor (ya vacío)