Este pasado Enero ha salido a la luz el último trabajo de Jaimee Paul, que hace el número cuatro de su discografía. Si a Frank Sinatra le llamaban “la Voz”, a Jaimme la tendrían que llamar “La tórrida voz”. Sí, ya sé que solo pongo mujeres con voz sensual en la sección de música, pero que queréis que os cuente… la cabra siempre tira al monte.
Jaimee nació en el sur del Estado de Illinois y siendo ambos padres músicos ya a los 5 años la pusieron a estudiar piano, estudios que duraron 10 años. A los 7 años cantaba góspel en el coro de la iglesia (debía tener aforo completo la iglesia con semejante voz), coqueteó con el blues, el jazz y se pasó al country.
En el 2008, estando de telonera para la diva del country Wynonna Judd en una actuación en Alaska (pocos vaqueros creo yo que hay en ese estado) le llamó el promotor musical de Nashville Bill Gaither y le dijo que dejase todo lo que estuviera haciendo, que tenía sitio en el sello discográfico Green Hill. Seis mese más tarde, sacaba su primer trabajo con este sello, segundo en su carrera profesional, cantando lo que más le gusta… jazz.
Para no salirnos de lo habitual, es otra bella mujer que borda el jazz aunque también se atreve con la música pop vamos que, por lo que hemos visto, le pega a todos los palos y encima con nota sobresaliente. Si hay que encontrar algún defecto, pues no sé, a lo mejor le huele los pies… porque tanta perfección no es posible.
En este último trabajo “Melancholy Baby” hace un homenaje a Nina Simone ("I Want A Little Sugar In My Bowl"), a Billie Holiday ("You've Changed ", “Don't Explain”), a Bill Wither (“Ain't No Sunshine”), Etta James (“Don’t Cry Baby”) o a U2 (“I Still Haven't Found What I'm Looking For”) entre otros. ¿No tiene excelente pinta?
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