Thursday, February 24, 2011
Predicador 2007
Este vino es, por precio, el más asequible para los mortales normales de los vinos que hace Benjamín Romero. Benjamín es un riojano del pueblo de San Vicente de la Sonsierra que se fue a estudiar todo lo relacionado con el mundo del vino a Francia. Después volvió a España para trabajar con la bodega Cosecheros Alaveses/Artadi y desde que se desvinculó vive su propio proyecto vinícola con sobresaliente resultados.
Vinos suyos, con precio para pocos, son los tintos Contador, Cueva Contador y La Viña de Andrés (en honor a su padre) y en blancos Qué bonito cacareaba (sí, sí habéis leído bien). Por ejemplo el Contador 2004 tiene 100/100 puntos Parker lo que le hace tener un precio en tienda de alrededor de los 700€, la añada 2005, también 100 puntos Parker, sobre los 500€. La Cueva Contador 2004 97 Puntos Parker 90€, La Viña de Andrés Romero sobre los 90€ y el blanco con 6 meses de crianza, los 35€. Por eso, los 20 euros del Predicador le hace ser el más asequible de todos sus hermanos, eso sí, con una producción limitada para que no supere las 80.000 botellas.
En la etiqueta de Predicador viene un sombrero al más puro estilo Far West, género de cine que fascina a Benjamín, por lo que nombre y etiqueta es todo un homenaje a Clint Eastwood y concretamente a su interpretación en la película “Jinete Pálido”.
Es un vino que se elabora con las uvas de los viñedos más jóvenes que tiene la bodega y, como hemos comentado anteriormente, sacrifican producción para conseguir calidad dejando solo muy pocos racimos por cepa por lo que éstas dan a lo sumo 2 kilos de uva.
Las variedades que tiene son Tempranillo 84%, Garnacha 11%, Viura 3% y Graciano 2%. No se le hace clarificación ni estabilización por frío. La crianza fue de 11 meses en barricas de roble francés y la producción fue de 60.000 botellas.
CATA
Es un vino que se debe de abrir con antelación para que respire sin prisas.
La etiqueta como hemos comentado, original y chocante.
Visual: Color picota oscuro de capa alta, casi opaca. La lágrima es abundante y muy lenta.
Nariz: Ataque elegante. Fruta roja (fresas, moras)y negra (Ciruela) bastante madura, especiados, torrefactos, algo dulce como gominolas rojas y un cierto toque mineral son los aromas que predominan.
Boca: Es carnoso, potente, con buena acidez y taninos presentes. Sorprende agradablemente no encontrar sus 14.8% de graduación alcohólica. Las bayas rojas vuelven a salir con fuerza junto a notas de vainilla. Final persistente con notas especiadas.
Un vino que entra en el concepto de “los nuevos Riojas” (con sus defensores y detractores) y que aguantará el tipo si lo hacemos acompañar de comida “con poderío”. A mí me gustó, pero eso no implica nada.
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